MUSEO NACIONAL DEL PRADO_ Un viaje a la idea del arte
Durante la visita de estas exposiciones podemos
viajar desde finales de la Edad Media y hasta los inicios de la Contemporánea.
Lo que tienen en común estas obras es que no solo actúan como “ventanas” de una
realidad exterior, sino también como “espejos” en los que sus autores reflejan
sus rostros y personalidad, el ámbito histórico de aquellos siglos y las
diferencias de sus estilos artísticos.
José Álvarez Cubero (1768-1827) “La defensa de Zaragoza” (1818-1825)
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Los cuadros de una mujer del siglo XVII
Clara Peeters fue una de las escasas mujer es que se dedicaron a la pintura en el siglo XVII, una época en la que las mujeres difícilmente podían desarrollar una actividad profesional. Peeters trabajó en Amberes y su primera obra fechada es de 1607.
Clara Peeters fue una de las escasas mujer es que se dedicaron a la pintura en el siglo XVII, una época en la que las mujeres difícilmente podían desarrollar una actividad profesional. Peeters trabajó en Amberes y su primera obra fechada es de 1607.
El
claustro de los Jerónimos.
Este claustro formaba parte del Monasterio de San Jerónimo el Real, una institución religiosa creada en 1464 pero establecida en este paraje en 1503 por Reyes Católicos.
El antiguo monasterio de san Jerónimo el Real,
conocido popularmente como «Los Jerónimos», fue uno de los monasterios más importantes de
Madrid. Junto a él existía el llamado Cuarto Real, luego
ampliado como Palacio del Buen Retiro en tiempos de Felipe IV. Del convento subsisten actualmente la iglesia, convertida en parroquia
de san Jerónimo, y un claustro. Iglesia y convento estuvieron estrechamente ligados a la vida de la
Corte y la monarquía española. El templo fue escenario frecuente de funerales,
juras de herederos, bodas y proclamaciones regias, siendo la última de éstas la
del rey Juan Carlos I. El claustro
fue trazado por fray Lorenzo de San Nicolás. Tras años de abandono durante los siglos XIX y XX, que lo habían
llevado a un estado ruinoso, fue incorporado al Museo del Prado como parte de
la ampliación diseñada por el arquitecto Rafael Moneo, para lo cual fue
desmontado pieza a pieza y reconstruido en el mismo lugar.Este claustro formaba parte del Monasterio de San Jerónimo el Real, una institución religiosa creada en 1464 pero establecida en este paraje en 1503 por Reyes Católicos.
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