Joaquín Sorolla: la luz y los colores.
“Aquello no es pintar, es robar a la naturaleza la luz y los colores.”- Vicente Blasco Ibáñez, “Crónica artística. Sorolla.” No hay palabras. Solamente hay que ver y sentir. Todo es excelente. En el verano de 1905 la familia Sorolla se traslada a Javéa, una pequeña localidad alicantina que Sorolla describiría como “sublime, inmensa, lo mejor que conozco para pintar.” Ese verano pinta 30 cuadros ya con vistas a su exposición de 1906 en París. La casa de Sorolla en Madrid.